Durante todo este tiempo, el cine contribuyó también a elevar la camiseta como parte fundamental de la vestimenta joven haciéndose eco de lo que ocurría en la calle y extendiendo a la vez el patrón entre esa misma juventud.

En los setenta, las camisetas eran no sólo una prenda habitual de los jóvenes. Éstos comenzaron a utilizarlas también para expresar ideas, sentimientos, preferencias, gustos, pertenencia a un determinado grupo. Las camisetas fueron desde esta fecha espacios de expresión personal donde cabía todo tipo de mensajes, desde publicidad de grupos musicales o las propias marcas de ropa, hasta camisetas ofensivas, chistosas, graciosas o comprometidas. Las décadas de los sesenta y los setenta fueron también el momento de los cambios sociales, de la lucha por la igualdad, del pacifismo, de las revueltas estudiantiles en Berkley y París, de los Black Panthers, de la Marcha del Millón de Hombres, de la oposición  a la Guerra Fría, del rechazo a la escalda nuclear, del Watergate y  la Guerra de Vietnam.

Las camisetas no eran ya una elección estética, eran parte del universo juvenil y una manera de describir su realidad y de su posición dentro de ella.

Pasada la resaca del sueño hippie por lograr un mundo mejor, más justo y en paz, las camisetas mantuvieron hasta nuestros días, junto con los pantalones tejanos o jeans y las zapatillas deportivas, el estandarte de la moda juvenil.

En estos años ha habido numerosas transformaciones dentro de las camisetas, de las prendas ajustadas de los setenta a las muy holgadas de los ochenta y el regreso a las prendas ceñidas en los últimos años, pero su esencia aún pervive. En las últimas décadas, las camisetas han servido de medio de expresión de tribus urbanas a través de sus colores, diseños, imágenes o formas. Nadie puede dejar de identificar las camisetas negras lisas de Lou Reed y The Velvet Underground, las camisetas de rayas horizontales de Ramones (y que más recientemente han vuelto a poner de moda Franz Ferdinand), los diseños oscuros y tétricos de la moda gótica, los modelos muy ajustados y de licra para los amantes del techno, las camisetas anchas con las mangas cortadas habituales de los fans del heavy metal, los estampados psicodélicos del colectivo mod o las camisetas que siguen la moda emo, por no hablar del sinfín de variedades y estilos que hay.

Aun así, las camisetas se han impuesto en todos los países del mundo más allá de los movimientos contraculturales, artísticos o musicales como una prenda cómoda, práctica, económica y siempre de moda.

Todo el mundo usa camisetas con slogans divertidos, imágenes sugerentes, textos provocativos, dibujos obscenos, contenidos reivindicativos o diseños elegantes, vanguardistas y cool, sin olvidar las camisetas sexys para chicas.