Portada del single de Bauhaus, Bela Lugosi is Dead Bela Lugosi rechazó interpretar el personaje del monstruo de Frankenstein en la película de James Whale, papel que aceptaría Boris Karloff y que se convertiría en otra de las grandes cimas del cine de terror clásico y un símbolo imperecedero de un estilo y de una época, además de un éxito aún más rotundo que el de “Drácula”. Lugosi se resarciría años después interpretando al monstruo en una mala secuela, la penúltima de la serie, “Frankenstein meets Wolf Man”, al lado de Lon Chaney Jr.

Pero el mito de Bela Lugosi había entrado en franco declive a medida que avanzaba la década y entraban los cuarenta. Los papeles comenzaron a escasear y cuando llegaban eran para realizar burdas caricaturas de lo que había sido apenas unos años antes, a excepción de “Ninotchka”, una obra maestra del también húngaro Ernst Lubitch,  donde tenía apenas una anecdótica participación. Las películas eran sencillamente horribles, con presupuestos ínfimos y orientadas a la inmediata explotación por un público juvenil que procuraba olvidar que el país estaba en medio una guerra larga y dolorosa en Europa. Lugosi cada vez estaba más relegado a la más ruinosa serie B, y apenas tenía papeles de consistencia, muchos de ellos a la sombra de su gran rival y compañero en el Olimpo del terror, Boris Karloff, cuya carrera mantenía una mejor forma. Especialmente entrañable y cargada de perversa sorna es la última colaboración e ambos en 1945 en la también magistral “La invasión de los ladrones de cuerpos”, dirigida por Robert Wise y producida por Val Lewton, donde Lugosi terminaba estrangulando a Karloff.

La estabilidad personal de Bela Lugosi pasaba por horas flacas tras su tercer y más sentido divorcio, sin un trabajo decente, olvidado por el público y los productores y abandonado al alcohol y a su nueva afición, la morfina. Las pocas oportunidades de trabajo lo sumían en un abatimiento mayor, al considerar que no eran papeles dignos de su categoría. Poco a poco su estrella se apagaba.



Aún tienes una última oportunidad

Si nunca tuviste una de nuestras camisetas y te quedaste con las ganas, aún tienes una última oportunidad, debajo puedes encontrar una pequeña selección de nuestros diseños fabricados en RedBubble.org.

Camiseta de Putuka Rosa

Camiseta de Putuka Rosa
Ya está aquí el uniforme oficial de Putuka con sus colores de guerra, el rosa y el negro. Realizado en alta calidad y con un agradable efecto de suave terciopelo. La camiseta indispensable en tu armario para triunfar allá donde vayas.

Camiseta Negra de Putuka

Camiseta Negra de Putuka
Ya está aquí el uniforme oficial de Putuka con sus colores de guerra, el rosa y el negro. Realizado en alta calidad y con un agradable efecto de suave terciopelo. La camiseta indispensable en tu armario para triunfar allá donde vayas.

Love Kills

Love Kills
Como dijo Renton en Trainspotting: "Hablan de la heroína, pero deberíais ver lo que el amor le hace a algunas personas". El amor es un arma cargada que puede conducirte a una dulce, dolorosa y violenta muerte... manéjalo con cuidado.

Dreaming on You (all)

Dreaming on You (all)
¿Crees que el ser humano no es monógamo por naturaleza?. ¿Te has acostado después de ver un vídeoclip en el que salían montones de chicas en bikini?. ¿Sueñas frecuentemente con bacanales en las que tu eres el protagonista?. No te preocupes, no estás enfermo, hay más gente en tu misma situación.

iTape, Hasta 10 canciones en tu bolsillo!

iTape, Hasta 10 canciones en tu bolsillo!
Si sientes añoranza de los tiempos en los que la música solo se podía disfrutar en formatos analógico, esta estu camiseta. ¿De que vale llevar 10.000 canciones en el bolsillo?, nosotros preferimos calidad a cantidad, llevar encima 10 buenas canciones es mejor que llevar 10.000 malas.

Appetite for destruction

Appetite for destruction
La vida está llena de peligros, obstáculos y sufrimiento, que no sólo no hemos aprendido a evitar, sino que nos atrae con una fuerza irresistible. No debemos reprimir nuestros instintos porque sabemos que todos estamos condenados a ser víctimas de nosotros mismos, de nuestros deseos y nuestras debilidades.